Cuando la decoración se hace digital

El mundo de los eventos está en una época muy convulsa. Tanto desastre mundial, nos ha hecho crecer como crecen los niños después de estar enfermos: de golpe. Hace unos años, cuando hablábamos de decoración al preparar nuestros eventos, pensábamos en mobiliario, flores, manteles, pequeños detalles, fotos, imágenes de los productos o las marcas… Objetos físicos que nos permitían ambientar un espacio. Pero la digitalización global, y especialmente la de los eventos, ha cambiado, y mucho. Ya no hay espacio que se precie en el que no haya pareces retro iluminadas, y sobre todo, pantallas de led de todos los tamaños. El cambio que nos influye me hace pensar que tiene su origen en el mundo del arte. La decoración, al fin y al cabo, es también una manifestación artística, y como el resto de las disciplinas, evoluciona a favor de los tiempos.

En el último año, pese a todas las restricciones que hemos vivido, las exposiciones han vuelto, y lo han hecho al modo tradicional, por supuesto, con sus grandes obras expuestas para los visitantes, y bien iluminadas, pero también con un modelo nuevo que domina esta momento: las exposiciones inmersivas desarrolladas a través de la proyección de obra digitalizada. Me refiero a esos magníficos montajes que estamos disfrutando de Frida Kahlo, Klint y hasta los mismísimos Goya y Velázquez, entre otros. Paredes y suelos se convierten en lienzos en los que el espectador puede apreciar hasta los mínimos detalles de las grandes obras, sentirse dentro de ellas, como si fuera un personaje más, y vivir dentro del espíritu del artista, mimetizarse en su pensamiento.

En los eventos ocurre lo mismo. La luz y la imagen se fusionan con el sonido, para meternos dentro de una marca, de un concepto, proporcionarnos igualmente en paredes y suelos fondos propicios para nuestros selfies, para toda la actividad que buscamos en redes. En definitiva, ahora es necesario decorar inmersivamente (no sé si la palabra existe, pero… no se me ocurre una mejor forma de expresarlos…). Por supuesto que el resto de la decoración convive con ello. Los pequeños detalles, los centros de flores, la simbología de todos los elementos, vajillas, cuberterías, sillas y mesas, butacas, alfombras… todo sigue ahí, pero ahora mezclado con esa maravilla de imágenes que consiguen rodear al asistente y hacerle sentir que él también forma parte de una historia.

Por si esto fuera poco, también nos vemos ya en la necesidad de empezar a trabajar la decoración en los espacios Metaverso. Y ahí sí que sí, nada se escapa a lo digital. ¿Llegaremos a llenar las paredes de nuestras casas con pantallas de led en las que disfrutar de las obras adquiridas en formato NFT? Creo que sí. Bien es verdad que seguramente ninguno renunciaremos al placer de seguir disfrutando de los lienzos, las fotografías, de toda la obra gráfica que seguirá colgando de nuestras paredes, pero también creo que, igual que ya hacemos en nuestros eventos, las pantallas de led ocuparán un sitio en el salón que ya no será solo para ver series. Los proyectores nos envolverán en ambientes cambiantes que fluirán alrededor de nosotros. Teñiremos nuestros muebles en colores, cambiaremos los estampados y simularemos texturas a nuestro a gusto. Es decir, cambiaremos la decoración de nuestra casa, de nuestro lugar de trabajo o de cualquier espacio en el que celebremos un evento, a nuestro antojo. Así que, ventajas, hay que reconocer que tiene.

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